Como limpiar perlas
Las perlas tienen una duración limitada debido a su naturaleza orgánica y el nácar está expuesto a modificaciones negativas como es el caso de la desecación.
Por ello, requieren un cuidado especial que contribuya a su conservación óptima.
¿Cómo se forman las perlas?
Las perlas son consideradas científicamente un mineral pero su origen es biológico. Son el resultado de la introducción de un cuerpo extraño dentro de un molusco bivalvo. Estos animales recubren este cuerpo extraño con nácar y con el tiempo se formará la perla. Cada perla es única, blanca, resistente, brillante y con reflejos iridiscentes. Son muy apreciadas para la joyería desde la antiguedad.
Nuestras recomendaciones:
- No usar nunca productos quimicos. Evitar el contacto directo con perfumes, alcoholes, maquillaje, cosméticos, lacas, jabones, etc. No lavarse con ellas puestas ni tampoco bañarse en pla playa o piscina con ellas.
- Después de su uso, aconsejamos frotarlas suavemente con una paño suave (seda, satén o terciopelo) mojada en agua (mineral o desionizada a poder ser), para eliminar los restos de la sudoración y grasas naturales que genera el cuerpo.
- Ni frío ni calor. Las joyas con perlas deben ser conservadas en un lugar con temperatura constante para evitar la desecación excesiva. Tanto la sequedad como la humedad muy elevadas son perjudiciales.
- Los estuches más adecuados para guardar las joyas con perlas son los que tienen interiores de seda, algodón o terciopelo, idóneos para la transpiración de la perla.
- Guardarlas siempre separadas de otras joyas para evitar las rayaduras en el nácar.
- Estas gemas orgánicas suelen estar adheridas con pegamentos especiales. Si se encuentra que las perlas están algo sueltas deberás recurrir a un joyero para que vuelva a fijarlas convenientemente.
Para limpiar el enganche o las monturas de la joya si las hubiere, seguid nuestros consejos sobre como se limpia la plata.
El consejo de Vareka: llevar las perlas puestas con regularidad luciendo su brillo y belleza natural. La hidratación de nuestra piel es el mejor conservante para estas elegantes piedras preciosas.